Lanzado originalmente en Japón en 2016 y en abril de este año al resto del mundo, Yakuza 6: The Song of the Life nos vuelve a poner en la piel de Kazuma Kiryu, el Dragón de Dojima, en una historia donde los lazos familiares se verán comprometidos.
Tras los sucesos de Yakuza 5, Kiryu-chan se encuentra hospitalizado recuperándose de sus heridas hasta la llegada de la policía, quienes planean detenerlo por sus crímenes pasados. Sin oponer resistencia, Kazuma se entrega a las autoridades con la intención de salir sin cargos y vivir una vida tranquila. Es condenado a 3 años de prisión.
Por otro lado, Haruka Sawamura, hija de un amor del pasado de Kiryu, decide alejarse de la vida Idol para regresar al orfanato Sunshine, lugar que junto con su “guardián” (Kazuma) decidieron fundar para ayudar a niños desamparados.
Lamentablemente para Haruka, las cosas no empiezan a salir bien pues empieza a leer como los medios utilizan sus declaraciones pasadas, denigrando su labor en el orfanato debido a que ella decidió revelar en su último concierto que tenía un familiar perteneciente a los Yakuza.
Con esta presión encima, y para evitar represalias, la ex-Idol decide irse del orfanato con la supuesta historia de regresar a Kamurocho y esperar a que Kazuma salga de prisión. Los tres de años de Kiryu en prisión se cumplen y él decide regresar al orfanato con la esperanza de encontrarse con Haruka, pero termina enterándose que ella ha desaparecido y desde aquella despedida no se le ha vuelto a ver más.
A partir de este momento, la vida de Kiryu cambia radicalmente cuando se entera que Haruka ha tenido un hijo y ella se encuentra en coma tras haber sufrido un accidente automovilístico. Una vez más, el ex-Yakuza vuelve a la acción en búsqueda del padre del recién nacido y termina implicado en conflictos de mafias donde se involucra al Clan Tojo, la Alianza Yomei y las Tríadas Chinas. Eso sí, siempre protegiendo en sus brazos a Haruto, el bebé de Haruka.
Confesaré que este ha sido mi primer acercamiento a la franquicia y ha sido una experiencia jugosa. A lo que me refiero es que si bien ayuda el hecho de haber completado las anteriores entregas para conocer diversos personajes que aparecen en escena, los motivos de Kiryu y su propia personalidad sostienen en gran medida esta nueva – y final – entrega.
Asimismo, también tienes la enorme participación de excelentes personajes secundarios que, gracias a las increíbles actuaciones de voces, consiguen cada uno que el jugador se empatice, ya sea por sus diferentes motivaciones o por las reacciones que tienen frente a una situación. Mención especial al reconocido y legendario actor japonés Takeshi Kitano (Kitano-sensei en Battle Royale), quien tiene una aparición en este título y vemos una actuación impecable en su personaje.
Así como al actor Tatsuya Fijuwara (Makoto Shishio en la cinta Live action de Samurai X).
Todas estas actuaciones, eso sí, van de la mano con una impecable banda sonora que va acorde a las situaciones. Me encanta el ritmo acelerado que se da en los combates contra jefes, consiguiendo meternos de golpe en las peleas de Kiryu.
Fascinado he quedado con el estilo cinematográfico que han manejado, con un lenguaje similar a cintas japonesas donde predominan los diálogos pausados, momentos dramáticos bien logrados y escenas de acción donde se luce la dirección del juego al jugar con la cámara del título a la hora de mostrarnos los golpes o movimientos que propina Kiryu a sus oponentes.
Gráficamente, Yakuza vuelve a ser un excelente exponente en mostrarnos rostros muy realistas y la recreación de las 2 ciudades que visitamos, todo esto gracias al motor Dragon Engine.
Para esta aventura, Kamurocho una vez más juega un rol importante, pero no será el único lugar el cual visitaremos. La ciudad de Onomichi, ubicada en la prefectura de Hiroshima, será el lugar donde los conflictos dramáticos reluzcan aún más y formes nuevas amistades con los miembros de la Familia Hirose. Pronto te darás cuenta que esta familia juega un rol muy importante en la historia.
Agradezco bastante que el juego permanezca en japonés (con subtítulos en inglés) y no haya tenido ningún doblaje de por medio. Vale mencionar que siempre existen las quejas de diversos usuarios preguntando por qué SEGA no decide poner subtítulos en español. La respuesta es simple. Si en Estados Unidos, el juego le gusta a un nicho y son pocos los que han seguido durante años la franquicia: ¿La compañía va a gastar recursos en localizar a nuestro idioma cuando ni siquiera por este lado del mundo la saga es popular?
En relación a la jugabilidad, Yakuza siempre se ha caracterizado por tener un control tosco y no tan perfecto. En el caso de esta entrega, he podido moverme con tranquilidad por los escenarios y efectuar con precisión los golpes/combos que hacía a los oponentes. Nuevamente el progreso de nuestro personaje es vital para poder mantener equilibrio en los combates, por lo que tendrás que gestionar muy bien los puntos que ganes y ver en que puedes fortalecer a Kiryu. Eso sí, se extraña bastante que puedas alternar diferentes estilos de pelea.
Sin embargo, uno de los aspectos más imprescindibles de la franquicia son sin duda las misiones secundarias. En Yakuza 6 vamos a encontrar un sinfín de actividades que realizar cuando queramos descansar un momento de la historia principal. Dentro de estas sub-historias aparecerán algunas con un mensaje de enseñanza de por medio, unas muy excéntricas (Japón siendo Japón) como Kiryu entendiendo cómo funcionan los shows de mujeres vía webcam y otras más relajadas como hacer que diversos gatitos te sigan hasta un restaurante que está a punto de cerrar por no tener a los felinos como una de sus atracciones principales.
El karaoke es una de las piezas importantes dentro de las actividades recreativas que puedes hacer en Kamurocho (incluso Kiryu protagoniza algunos videoclips) así como las hostesses. Estas chicas trabajan en el Club Shine y debes pagar para obtener algo de compañía, en el sentido literal de la palabra (algo común en el país del sol naciente). Aún así, puedes poner a prueba tus dotes de conversación para conocerlas mejor y tal vez poder ligar.
Asimismo, podrás pescar (buceando con arpones), lanzar dardos, entrenar con un personal trainer, jugar mahjong, practicar béisbol y gestionar un equipo de este deporte en Onomichi. Y esto es solo una de las varias cosas que puedes hacer además de la campaña. Junto con las misiones secundarias, siempre habrá algo con que distraerte en las ciudades de Kamurocho y Onomichi.
formar tu propio clan para disputar peleas contra una organización llamada JUSTIS, así como dar a conocer tu grupo en la parte online y mecharte contra otros jugadores. Vale aclarar que la jugabilidad cambia en este modo, viendo la acción desde arriba mientras dirigimos y ordenamos a los miembros de nuestra organización a que ataquen a los enemigos, algo así como un Clash Royale.
Por otro lado, tienes los minijuegos del Club SEGA, lugar (que existe en la vida real) donde podrás disfrutar de diferentes juegos como Fantasy Zone, Outrun, Space Harrier, Puyo Puyo, Hang On y Virtua Fighter 5: Final Showdown. Con algunos de estos títulos podrás aprovechar el multijugador local. Aunque, por algún motivo, han desaparecido las maquinitas para obtener muñecos, al igual que actividades clásicas como bowling, billar y apostar.
Finalmente, debo decir que Yakuza 6: The Song of the Life, ha conseguido que vaya a jugar de inmediato las anteriores entregas y lamentarme de nunca haberle dado oportunidad de probar a la franquicia cuando esta nació en PlayStation 2. Ha sido una excelente noticia enterarme de que las demás entregas (lanzadas en PlayStation 3) llegarán a PS4, al igual que remakes de las de PS2, por lo que ni yo ni ninguno de ustedes tiene excusa para no ver al Dragón de Dojima en acción.