En noviembre del año pasado, se reportó una posible toma de rehenes en las oficinas de Ubisoft Montreal. Ante este aviso la policía evacuó a los empleados de la empresa. Sin embargo, al final nadie resultó herido y todo se habría tratado de una falsa alarma.
Hoy un medio canadiense informó sobre un posible sospechoso que habría causado este incidente. Según el medio La Presse, la policía y Ubisoft Montreal sospechan de jugador apodado Yannox. Este ha sido baneado más de 80 veces por hacer trampas en Rainbow Six Siege. Este videojuego de disparos en primera presona es mayormente desarrollado en estas oficinas.
El medio candiense contactó a Yanni Ouahioune a través de Snapchat, más conocido como Yannox, para realizarse algunas preguntas respecto a estas sospechas:
«Yo no hice nada. Solo hice trampa en sus videojuegos. La única vez que llamé a Ubisoft fue para insultarlos por sacarme de Rainbow Six Siege.
Normalmente, solo por el rumor, habría dicho que fui yo quien envió a la policía a Ubisoft, pero bueno, ahora el rumor es cero. Soy conocido de Ubisoft, por eso mi nombre habrá salido a la luz».
Sin embargo, admitió que estuvo involucrado en un caso de Swatting en el 2017. Esta acción involucra llamar a la policía con el fin que lleguen de manera inesperada a la casa de un jugador que ha realizado un delito muy grave.
Ubisoft Montreal no ha querido comentar sobre las declaraciones de Yannox al medio canadiense para no dañar la investigación policial. Cédric Orvoine, vicepresidente de comunicaciones, mencionó:
“Nuestra prioridad sigue siendo proteger el avance de la investigación que, esperamos, permitirá identificar y condenar a las personas responsables de los hechos del pasado otoño. De acuerdo con los investigadores de SPVM, no haremos ningún otro comentario ”.
Esta alarma falsa le ha costado a Ubisoft cerca de $1.7 millones de dólares respecto a productividad. Puesto que se paralizaron las actividades en la oficina hasta que todo esté seguro. Además, hay que sumarle el dinero destinado al apoyo psicológico que tuvieron que recibir los empleados, así como daños materiales cuando la policía entró.
Fuente: La Presse
