Los videojuegos de aventura han existido desde antes que yo naciera. Estos han recibido varios subgéneros a través del tiempo, incluyendo una vertiente “cinematográfica” con exitosos títulos como Heavy Rain y Detroit: Become Human. Quantic Dream tenía un monopolio casi completo sobre esta clase de juegos.
Sin embargo, Supermassive Games vio la oportunidad y lanzó su propia entrega llamada Until Dawn. Esta “película de horror interactiva” no salió desapercibida y su éxito llevo a la creación de The Dark Pictures Anthology, básicamente una serie de esta clase de juegos. ¿El primer título de la colección? Man of Medan.
El juego trata sobre una pareja de enamorados, los hermanos de cada uno y la capitana del barco que contrataron para ir a bucear. Estos 5 personajes, por motivos que no spoilearé, se verán atrapados en un barco abandonado (inspirado en navío fantasma Ourang Medan) y tu misión será que logren escapar con vida… si es que puedes (o quieres).
Siendo fiel a su género, Man of Medan está dividido en dos tipos de segmentos: exploración y escenas interactivos. Si no estás investigando los pasillos del barco buscando objetos, armas, pistas o simplemente el camino por donde ir; estarás viendo escenas de historia cuyo rumbo puedes cambiar dependiendo de tus decisiones o reacciones.
A diferencia de Until Dawn, cual mantenía un tono de horror más humorístico, Man of Medan busca un estilo de terror psicológico serio. Esto ayuda a darle seriedad al asunto, especialmente considerando que tan bueno es el misterio del título y cuantas pistas dejan para permitirte descifrarlo por ti mismo.
También ayuda que los personajes del juego dejan de ser estereotipos y son mucho más completos. Además, cada acción o cosa que puedes decir afectará a los demás miembros de tu grupo, cambiando su actitud radicalmente durante cada partida. Afortunadamente el tono de cada oración está bien marcado para evitar que digas una tontería, como lo he hecho en el pasado en títulos como Fallout.
El juego toma buen rastro de las acciones importantes que haz y no haz hecho, además de la personalidad actual de tus personajes y sus relaciones interpersonales. Todo esta información se puede acceder rápidamente en el menú de opciones.
La personalidad afecta más que un simple cambio en la manera de hablar. Personajes molestos con otros se pueden acusar de traidores, terminar abandonándose y más. Debes asegurarte de que todos estén felices para que se ayuden entre sí y a la vez tener un tipo de garantía a la hora de hacer una decisión inteligente que moleste un poco a alguien.
Hora de hablar de las maneras en que puede morir tu banda de amigos. Hay 69 formas distintas y, a diferencia de Until Dawn, todas tienen lógica y sentido. Si algún personaje muere será tu culpa, ya sea por un error lógico causado por muchas emociones, malas reacciones o literal decidiste matarlo. Nada de muertes imprevisibles como en el juego anterior.
La cantidad de sobrevivientes, la forma en que hayan fallecido los no afortunados y otras consecuencias de tus actos determinarán el final de la historia. En teoría esto significa grandes cantidades de finales, pero la variedad en ejecución no es tan grande. Es más varios finales terminan siendo anticlimáticos, conteniendo poco a nada de conflicto previo al desenlace de tu expedición forzosa.
Como mencioné, habrán partes donde estarás investigando tus alrededores por todo tipo de secretos. Estos involucran documentos u otros secretos que te otorgan más información de lo acontecido. Es más, los personajes aprenden de ello, afectando el transcurso de la historia. Lo malo es que te verás buscando cada objeto de nuevo en partidas consecutivas para asegurar que todos vivan.
A pesar de ser un título que puedes jugar varias veces de distintas maneras, solo tiene una manera de descubrir el secreto del barco: encontrar un papel específico tirado en un cuarto opcional ahí como si nada. Algo tan importante relegado a un ítem que tal vez encuentres por coincidencia.
Cada vez que encuentres cierta cantidad de objetos desbloquearás un video especial como, por ejemplo, una entrevista con los desarrolladores. Definitivamente un gran incentivo para coleccionar todos. Claro, necesitarás a todos vivos para asegurar explorar todo el barco.
¿Recuerdas los tótems de Until Dawn que te mostraban posibles futuros y muertes? Man of Medan los trae de vuelta en forma de cuadros. ¡Solo míralos y BAM: vistazo al futuro!
Los escenarios interactivos son más que solo charlas y decisiones. También habrán escenas de acción (muy bien coreografiadas por cierto) donde deberás apretar ciertos botones en el momento adecuado o en ritmo para evitar que te encuentren o simplemente para no morir. Ciertos golpes no te van a matar o hacer mucho daño, así que no evitarlos no te afectará en nada. ¿Una tuerca en la cabeza? Asegúrate de esquivar eso por favor o atente a las consecuencias.
Man of Medan tiene una campaña de 6 horas altamente rejugable… o al menos eso me gustaría decir. El problema es que el primer par de horas funciona como un prólogo muy lento donde pasan muy pocas cosas, ralentizando el ritmo del juego. Definitivamente es algo que me encantaría esquivar en mis partidas posteriores.
De hecho, puedes elegir que capítulo jugar al terminar la historia por primera vez. Sin embargo, igual decido jugar todo completo de nuevo para poder tomar nuevas decisiones.
Una vez llegamos al barco principal del título todo cambia. La historia se vuelve mucho más interesante, presentando todo tipo de imágenes horríficas que te hacen cuestionar la realidad tras el entorno de tu pandilla. Me recuerda bastante a Resident Evil, especialmente considerando el gran uso de los ángulos de cámara al pasar de cuarto en cuarto.
El juego tal vez no le dará miedo a un adulto u experto en el género del horror, pero la tensión de los escenarios sí que te afectarán. No por nada hice que mi personaje “accidentalmente” se suicide, no pensando en que obviamente no iba a sobrevivir si saltaba desde tan alto.
Los pasillos del barco y los varios escenarios del juego mantienen una verdadera sensación de oscuridad y misterio. Los objetos ayudan bastante con esto, desde los cuerpos podridos hasta los ataúdes llenos de sangre. Lamentablemente las texturas demoran en cargar un poco y las caras las personas a veces parecen de cera. Da miedo, pero no por el motivo adecuado.
No ayuda mucho el framerate del juego. En el PS4 básicos, la animación no para de entrar en picada, volviéndose recontra inestable. Será tan seguido que te sacará de tu estado de inmersión casi de inmediato. Al menos el PS4 Pro lo arregla en un santiamén.
La mejor manera de jugar Man of Medan es definitivamente en su modo multijugador en línea. Cada jugador tomará control sobre un personaje y jugarán al mismo tiempo. A veces estarán en el mismo lugar cooperando, pero la mayoría del tiempo se encontrarán en dos escenarios completamente distintos que suceden a la vez.
Estos escenarios pueden involucrar versiones extendidas de las escenas de la campaña de un solo jugador. Aún mejor, han agregado escenarios nuevos para que la otra persona tenga algo que hacer. En realidad estos sí suceden en la campaña solitaria, solo que ahora tienes control completo.
Así es, tu control sobre las decisiones y palabras de tu banda ha sido duplicado. Es tanto control que casi no interesa lo que un personaje piense de otro. Al fin y al cabo, el segundo jugador puede decidir perdonarlo o hacer algo completamente distinto si le da la gana.
Esto significa que es mucho más fácil completar el juego con todos vivos de esta manera… o al menos eso crees. Ahora dependes de un segundo jugador para varias escenas. Es más, la mitad de las escenas del barco abandonado (2/3 del juego) están repartidas entre ambos, algo que me gusta pues acelera las partidas considerablemente.
A lo que voy es que el otro jugador puede llegar a matar a un personaje por no reaccionar a ciertos golpes a tiempo o, como hizo un compañero del staff, a propósito. Así es, tu pata puede decidir decir una tontería o cometer suicidio solo porque le dio la gana. Aunque debo admitir que estos sucesos tan repentinos nos trajeron muchas risas y hicieron del juego mucho más divertido.
Si no tienes un amigo con el juego y membresía online, también pueden jugar de manera local. El modo Noche de Cine permite a 5 cinéfilos jugar el juego en una sola máquina. Es básicamente un sistema de turnos, cada uno teniendo responsabilidad sobre cierto(s) personaje(s). Lo bueno es que si no te toca puedes comer canchita y disfrutar del espectáculo.
Una de las cosas que no puedo perdonar del juego son la severidad de los bugs que me encontré. Mientras jugaba online, en un punto del juego mi personaje se rehusaba a moverse sin importar cuanto moviera mi mando. Funcionaba en el menú, pero nada más. Hasta mi compañero aparecía de vez en cuando en pantalla a pesar que me dijo que ya estaba más adelante.
Reiniciar todo lo arregló. Lo bueno es que el juego graba tu progreso literalmente después de cada acción, asegurando que no pierdas tus avances y a la vez evitando que los tramposos recarguen su partida cuando cometan un error.
Esto no me salvó del siguiente bug. Estaba jugando el modo Noche de Cine con todo el equipo y en cierta parte de una escena el juego se congeló casi por completo. Podía entrar al menú y el mar seguí animado, pero los personajes estaban estáticos. Cargar mi partida no arregló nada. Se volvió a colgar en la misma exacta parte. No importa que cambios haga, sucedía una y otra vez. Mi partida simplemente se arruinó.
El primer capítulo de The Dark Pictures Anthology era muy prometedor. Mostraba un buen misterio, personajes muy redondos, escenarios convincentes y un gameplay sólido. Además, su modo de multijugador online es definitivamente un éxito. Sin embargo, ciertos errores técnicos y varios bugs fregados no lo ayudan en lo absoluto.
Man of Medan podrá ser muy rejugable en teoría, pero el primer tercio del título es asquerosamente lento y sus finales no son tan impactantes o variados. Aún así, el recorrido presentó una temática de horror muy convincente y mantuvo la tensión hasta el final. Por su precio, es difícil no recomendar este juego. Sin embargo, hay mucho que pulir para la secuela: Little Hope.
