SEGA ha anunciado una pérdida drástica de $55 millones de dólares durante su año fiscal. Esto se ha debido a una decadencia en el rendimiento de sus juegos móviles más destacados. Además de un incremento en la competencia en el mercado japonés de juegos móviles durante el año.
La empresa ha manifestado que no podrán ni siquiera amortiguar las pérdidas generadas por los juegos que SEGA ya ha tenido en el mercado por años. Los cuales no han podido mantener el interés de los usuarios. Por consiguiente, no han generado las ganancias que la compañía tenía puesta como meta.
Ahora el plan de SEGA para el 2019 será el uso intensivo de sus propiedades intelectuales de primera línea en nuevos proyectos. Así como el uso de propiedades intelectuales externas para colaboraciones con sus franquicias, haciéndolas todavía más atractivas para el público. En sí, el enfoque de la empresa será el desarrollo de juegos de manera interna y de forma mucho más eficiente, con lo que esperan que los lanzamientos sean mucho más rentables de lo que han sido hasta ahora.