Durante los últimos años hemos visto una buena cantidad de remakes y remasters de clásicos juegos. Casos como Crash Bandicoot N. Sane Trilogy y Final Fantasy VII Remake son buenos ejemplos de como la nostalgia sigue vendiendo.
Carter Rogers, analista principal de SuperData, publicó un informe bastante interesante relacionado a este tema. En su artículo, Rogers indica como los videojuegos -al igual que Hollywood- utiliza la nostalgia con gamers adultos para volver a experimentar un juego que disfrutaron en su infancia.
En ese sentido, sostiene que los últimos remakes están basados en juegos que aparecieron en los años 90s y principios del 2000. Una época, tal y como nos recuerda Rogers, los desarrolladores recién aprendían a desarrollar con gráficas en 3D.
Por tal motivo, los remakes que se hagan de juegos lanzados en PS4 para una hipotética PlayStation 7 no tendrían el mismo impacto.
En el caso de los remasters, la situación es un tanto distinta, aunque no tan alentadora. Si bien juegos como GTA V o The Last of Us Remastered fucnionaron, esta moda no podría tener tanto futuro.
El analista sostiene que con la llegada de la retro-compatibilidad y juegos que sean cross-gen. Las compañías tendrán dificultades para persuadir a los jugadores de comprar el mismo juego.