De las mentes brillantes y retorcidas de Penn y Teller (Personajes muy famosos en el círculo de la comedia, magia y entretenimiento) nació un proyecto llamado “Penn & Teller’s Smoke and Mirrors”, una colección de minijuegos para Sega CD. El juego fue desarrollado por Imagineering e iba a ser publicado por Absolute Entertainment en abril de 1995, pero debido a que se fueron en bancarrota el título nunca salió a la venta. Sólo algunas copias fueron lanzadas a diferentes medio de prensa para que puedan analizarlo antes de su lanzamiento.
El proyecto era una especie de sátira de la industria de los videojuegos. Todos los minijuegos estaban hechos para frustrar y hacerle bromas al jugador. Todos tenían su gracia y – combinadas con diferentes cortos de Penn & Teller – se podían disfrutar de cierta manera. Todos menos uno: Desert Bus.
Calificado como “el peor juego del mundo”, el objetivo de este título es manejar 8 horas de Tucson, Arizona hasta Las Vegas, Nevada, simulando el trabajo aburrido de cientos de camioneros que hacen esta ruta a diario. Lo único que hay que hacer es manejar recto. No hay obstáculos, no hay tráfico, no hay música, no hay nada. Solo desierto y una gran carretera. Lo más “chistoso” es que no hay pausa. Incluso en el manual te dicen: “¿Acaso tu vida tiene un control de pausa?”
¿Crees que puedes vencer al juego? ¿Crees que con solo apretar el botón de acelerar con unas pinzas o una liga ya ganaste? Penn y Teller estaban preparados. Después de un rato de manejar recto el camión se moverá ligeramente a la derecha. Si no redireccionas al camión a tiempo este se saldrá de la pista y se atracará en la arena. No solo eso. Luego vendrá un remolcador y te regresará al principio del juego en tiempo real. Es decir, si ya vas jugando 4 horas tendrás que esperar 4 horas más para poder empezar el juego de nuevo. Soltar el control no es una opción. Literalmente tienes que jugar 8 horas seguidas. Lo que es aún más gracioso es que cuando llegas a las 8 horas el juego serás recompensado con 1 punto. Un solo punto por jugar 8 horas seguidas haciendo nada.
Había un plan detrás del sistema de puntaje. Cuando el juego estuviese a la venta iba haber un concurso. Tenías que mandar tu puntaje más alto a Penn y Teller y el ganador recibiría un pasaje real de Tucson a Las Vegas en un bus con showgirls y fiestas dentro del vehículo. No solo eso. El premio también incluía shows en Las Vegas y una estadía en el Bally’s Hotel y Casino, entre otras cosas. También se hablaba de que si algún jugador llegara a los 100 puntos los diseñadores del juego lo iban a recompensar con plata de verdad. No se sabe si esto era otra broma más porque el juego solo puede llegar a los 99 puntos. Para llegar a 99 puntos tenias que jugar 33 días seguidos.
La gran pregunta acá es: ¿Por qué existe este juego? Como mencioné antes, Desert Bus es parte de una colección de juegos que parodian a otros. Penn en varias entrevistas dijo que Desert Bus es una respuesta a todas las quejas que había en esa época sobre videojuegos violentos y que afectan de manera negativa a los niños. Entonces, en vez de hacer un juego fantástico, imaginario y divertido, decidieron hacer un juego realístico y aburrido.
Pero no todo es negativo en este juego. Un grupo de personas hacen 1 vez al año un evento llamado “Desert Bus for Hope” donde juegan en vivo Desert Bus por varios días y noches sin dormir y sin parar. Por cada donación que se hace al evento más tiempo manejarán. Solo el año pasado llegaron a recaudar $643,242.58, llegando a jugar más de 6 días seguidos. Todo el dinero va directamente a “Child’s Play”, una organización que dona juguetes y videojuegos a niños bajo tratamiento en distintos hospitales.
Desert Bus se encuentra actualmente disponible en Android y iOS. También hay una pagina (desertbus-game.org) donde puedes probar el juego. Te reto a que superes mi record de 4 minutos y 23 segundos…
