La más reciente enmienda a la ley de protección contra la competencia desleal en Japón ha declarado ilegal la modificación de consolas y manipulación ilegítima de software puede llegar a ascender hasta los $46.000 dólares.
De acuerdo a lo escrito, en cuanto a la prohibición de la modificación de consolas, esto consiste en servicios de piratería como el conocido “Jailbreak”, el cual permite que la consola pueda correr software pirata o copiado sin necesidad de adquirirlo, o forzarlo a aceptar programas no aceptados por los fabricadores originales. No solo eso, sino que también se está penando en las modificaciones externas en el hardware.
En cuanto a la prohibición de modificación de software y venta de programas ilegítimos, consiste en la prohibición de venta de programas que modifiquen datos de guardado de un juego y la venta no autorizada u oficial de números seriales de juegos o llaves de activación en sitios web para ser adquirido y descargado por otros usuarios.
Ambas disposiciones buscan acabar con los negocios o servicios dedicados a estas actividades ilegítimas. La empresa Cyber Gadget, conocida por la venta de un programa especializado en la modificación de datos de guardado para juegos, ha descontinuado su producto y ya no figura en venta en su sitio web japonés, evidenciando que la nueva norma ha tenido un impacto con el interés en este modelo de negocio.
Aún así, pese a que la ley parece haber sido promulgada con buenas intenciones en mente, los resultados en la práctica podrían tener resultados inesperados. Un ejemplo es el mercado de modificación de consolas clásicas para su uso con televisores modernos, servicios muy útiles e inofensivos que ahora no pueden funcionar debido a que se encuentran dentro de la prohibición, aunque es casi seguro que no estuvieron en mente los legisladores al poner en marcha la enmienda en cuestión.
Está aún por verse si la ley se mantiene sin actualizarse, aunque es importante destacar que, pese a que la prohibición ataca a la venta de programas y servicios no autorizados, no menciona ni pena las actividades individuales de un usuario que, sin recurrir a terceros, decide modificar por cuenta propia y sin ayuda su consola o datos de guardado dentro de sus juegos.
