Hay juegos que, apenas uno los prueba, sabe que se van a convertir en clásicos. Muchos pueden describirlo como un factor X, pero en realidad es el resultado del trabajo y sacrificio de miles de programadores, diseñadores, ingenieros, guionistas, músicos, e incluso empresarios. En algunos casos, como en Breath of the Wild, todos los elementos encajaron perfectamente para crear una de las mejores experiencias lúdicas de la historia. En otros, como Genshin Impact, los elemenos cuajan de una manera distinta.
Es así como muchas otras empresas miraron a Nintendo con envidia y admiración. Todo el dinero que invierten en sus juegos y las horas dedicadas a crear un mundo complejo y una historia madura, al fin y al cabo, no garantizan que el juego sea un éxito. Es por eso que, con la popularidad de un juego como BOTW, muchas compañías hayan dejado de tratar de igualar al juego, y hayan comenzado a imitarlo. He aquí algunos:
Genshin Impact
Sin duda, el ejemplo más obvio. Si uno solo ve el arte promocional, es difícil pensar que BOTW inspiró este juego, mucho menos que sirvió como la base para hacer un «clon». Aun así, cuando los Nintenderos por fin vieron gameplay en vivo, se armó un escándalo. Entre las acusaciones que lanzaron, los fans dijeron (erróneamente) que Sony quería tener su propio BOTW a falta de un juego que pueda hacerle competencia. Sin embargo, las pautas que Genshin Impact tomó no las puede haber sacado de otro lado, por lo que comparaciones entre ambos juegos son obvias y eran de esperarse. El gameplay es similar, la estética es casi idéntica, pero las mecánicas gacha y el diseño de personajes hacen que sea lo suficientemente diferente como para fingir ignorancia. Diga lo que diga la gente, sigue siendo un juego extremadamente popular.
Decay of Logos
Todos, especialmente los creadores, saben que el lanzamiento de este juego fue un fracaso, a pesar de lo prometedores que se veían los trailers. Al principio, el juego estaba repleto de bugs, problemas con los frame rates, y muchos jugadores se comenzaron a quejar, pues tildaban al juego de un «clon inferior» a BOTW. Cabe resaltar que la mayoría de juegos indies no cuentan con el apoyo de grandes compañías como Nintendo. Bastante gente da por hecho que los videojuegos son desarrollados por miles de personas que trabajan 24/7 para lanzar un juego de primera. Es fácil olvidar que los juegos indie son el fruto de la creatividad de un par de personas endeudadas que hacen de todo para sacar el mejor producto posible. Solo hay que comparar la página web de BOTW y la de Decay of Logos, y verán la diferencia en presupuestos.
Immortal Fenyx Rising
Mientras miHoyo desarrollaba Breath of the Waifus (el ya mencionado Genshin Impact), Ubisoft también decidió lanzar su propio clon, esta vez basado en la mitología griega. El juego surgió a raíz de un bug del Assassin’s Creed Odyssey que accidentalmente convertía a los personajes en cíclopes. En algún momento, la gente de Ubisoft comenzó a prestarse de mecánicas y estética de BOTW, a tal punto que la antigua Grecia comenzó a parecerse más a Hyrule que a cualquier otra cosa. Aún no sabemos qué esperar de este juego cuando lance, pero las comparaciones a su contraparte de Nintendo serán, sin duda alguna, inevitables.
Pine
En algunos aspectos, es el más parecido a BOTW. En otros, es el más diferente. Para comenzar, la estética es casi idéntica, los monstruos parecen casi copiados y pegados, y hasta el personaje principal es un Link enclenque con pelo negro. Entonces, ¿por qué no es más popular? Es tal vez porque se ve como si BOTW hubiera salido para Gamecube. No es algo necesariamente malo. Tal como se mencionó anteriormente en el artículo, las desarrolladoras indie no cuentan con el poder de Nintendo, y se las arreglan como pueden para crear el mejor juego posible. Pine es el resultado de esos intentos. A pesar de no ser el mejor de esta lista, uno debe por lo menos tenerles algo de compasión: cientos de miles de horas de programación y diseño invertidas, solo para que un usuario de Steam termine comentando «¿Esto es un clon de BOTW o qué?»
