Nueve años han pasado desde que en Xbox 360 presenciamos la llegada de un shooter en tercera persona repleto de balas, sangre, destripamientos y… Locust. Gears of War se convirtió en toda una sensación y un paso gigante en su género por traer consigo la cobertura en paredes, active reload, y acción desenfrenada sin cortes. Ahora, en pleno 2015, Gears of War: Ultimate Edition nos regresa a la entrega original con grandes novedades al conflicto entre las fuerzas del COG contra los aterrorizantes Locust.
Con ese desenfreno que solo Marcus Fenix y compañía pueden otorgarnos, Gears of War: Ultimate Edition no solo mejora la ya excelente experiencia que vivimos hace 9 años, sino que también nos hace pensar en cómo el antaño título desarrollado por Epic Games puede ocasionar nostalgia en varios jugadores.
Tras la compra de la IP, Microsoft encomendó el desarrollo de futuras entregas de Gears of War a The Coalition, conocidos antes como Microsoft Vancouver y Black Tusk Studios. ¿Su primera tarea? Traernos un remake del primer Gears of War. ¿Remake? ¡Claro que sí! Y a diferencia de otros títulos viejos que llegan a las consolas de nueva generación; Gears of War: Ultimate Edition ha sido mejorado en creces.
El sonido de las armas y las ganas de mutilar cada parte de un Locust, el renegar cuando fallamos en en el active reload junto con Fenix, una lucha sin cuartel en escenarios pequeños y grandes, el sonido de la motosierra cuando gritas con furia al momento de partir en dos a un enemigo. Todo eso ha vuelto, más detallado y con ganas de que ningún jugador se pierda de toda la diversión palomitera que el juego puede conseguir.
Gran trabajo tuvo entre manos The Coalition para que el título se vea como una obra hecha en esta nueva generación. Las cinemáticas han sido rehechas para cambiar el sentido de algunos momentos clave del juego, pero eso sí, manteniendo siempre su esencia.
Las texturas y la iluminación han mejorado, dando un nivel de detalle a los personajes que muestran que el motor Unreal Engine 3 aún puede dar pelea en el Xbox One. Casos como las armaduras de los COG, el cabello de Baird y los escenarios cambian para aprovechar los visuales mejorados del juego en 1080p – corriendo en 60 cuadros por segundo solo en la campaña principal –.
Los controles siguen siendo los mismos de siempre. Con A podrás correr mientras la cámara hace un seguimiento muy propio de película hollywoodense, mientras que con los gatillos LT y RT desenfundarás tu arma descargando toda tu munición en los enemigos. Por otro lado, el botón B servirá para utilizar tu motosierra y X para abrir puertas a punta de patadas.
Con respecto al soundtrack, las 28 pistas compuestas por Kevin Riepl nos permiten sentir y vivir en carne propia cada una de las batallas en los diferentes niveles de la campaña principal.
También debemos hablar del gran trabajo actoral tanto en inglés como en español latinoamericano. En el lado de las voces originales John Dimaggio hace un impecable labor colocando su voz más grave para interpretar a Marcus, mientras que para la versión doblada Sebastián Llapur hace de lo suyo para emocionar al jugador.
Cabe precisar que Gears of War está considerado como uno de los mejores trabajos de doblaje en los videojuegos – también por tratarse de uno de los primeros títulos de Microsoft en tener doblaje latino –.
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Un desenfreno único en su especie
En lo que sería un Modo Historia con una narrativa simple pero efectiva, el primer Gears of War seguía de cerca las aventuras de un rudo soldado llamado Marcus Fenix quien es sacado de prisión por su viejo compañero de armas, Dominic Santiago.
Ambos se unirán a las tropas del COG en la batalla campal contra los Locust, unos alienígenas provenientes del suelo subterráneo con la intención de apoderarse de nuestro planeta.
A sus aventuras se les unirá Damon Baird, un soldado egoísta y bastante egocéntrico que normalmente es de utilizar humor negro para mantener la cuota de gracia durante el juego – sacando alguna que otra sonrisa del jugador –.
También contaremos con el soporte de Augustus Cole, conocido entre sus amigos como “The Cole Train” debido a su carrera como jugador profesional de Thrashball. Asimismo, es también uno de los mejores soldados que tiene el COG en su lucha contra los Locust.
Es cierto que la narrativa del primer Gears no es la más elaborada ni profunda, aunque sí que por ahí gozaba de ciertos puntos interesantes en la trama como el futuro del soldado Carmine y el teniente Kim, al igual que todos los detalles del Día de la Emergencia, este siendo el día cuando los Locust asaltaron la superficie del planeta Sera, siendo devastada la mitad de la civilización y forzando a los sobrevivientes a ocultarse en la Meseta de Jacinto y pelear con todo tipo de armas, cambiando el destino de la humanidad para siempre.
Es bastante anecdótico poder revivir momentos memorables como ir despacio para que el Berserker no te detecte ahí mismo o la temible lucha contra los Kryll, esas criaturas que solo atacan en la oscuridad, siendo tu tarea encontrar un lugar iluminado para mantenerte con vida.
Por fortuna en las siguientes entregas la narrativa toma un giro más serio, dejando atrás ese tributo a las cintas de acción ochenteras como lo fue el primer Gears con sus personajes carismáticos llenos de testosterona, frases vulgares y nula presencia de mujeres en el campo de batalla – salvo Anya quien te da las misiones a seguir en el juego al igual que soporte por radio –.
Personalmente, este remake me ha hecho rememorar el tiempo en que jugué el primer Gears en PC y recién acabo de descubrir que esa versión contaba con contenido que no apareció nunca en el Xbox 360. Ahora con el Ultimate Edition podrás disfrutar de 5 capítulos inéditos en la consola anterior donde el equipo Delta deberá hacer frente a un Brumak gigante, este suceso haciendo conexión entre los actos 4 y 5 del título.
Por si fuera poco, The Coalition contó con la participación y dirección de Rod Fergusson, quien ya había trabajado antes con Epic Games como productor ejecutivo y director de la franquicia de Gears of War. Es más, Rod Fergusson está aquí para quedarse, siendo el nuevo jefe del estudio.
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El Multijugador: Las dosis de violencia y sangre aumentan
Ofrecer en un modo multijugador 60 cuadros por segundo es sinónimo de que el jugador se sentirá cómodo al librar las diferentes partidas en cada uno de los mapas que ofrece el también redefinido online de Gears.
Y eso es de agradecer, ya que el modo multijugador de la franquicia había quedado mal parado tras el fracaso que supuso Gears of War: Judgment – juego que ningún fanático de la serie quiere tomar en serio –.
The Coalition escuchó a los fans y no solo trajo el modo multijugador completo del primer Gears of War, sino que también le agregó más modos de juego que se vieron en Gears of War 2 y 3: Team Deathmatch y King of the Hill. Tampoco puedo olvidarme de un modo completamente nuevo 2v2 donde todos usarán escopetas. Todo esto da un total de 9 modos de juego originales en 19 escenarios que garantizan horas de adicción y destripamiento.
Estos modos de juegos se dividirán en tres tipos: social, competitivo y privado, algo que ya se había visto en la primera entrega. Nuevo para el juego (aunque no para la franquicia) son skins para tus armas y personajes, al igual que 17 personajes de Gears of War 3 para uso exclusivo en el modo multijugador. Lo que realmente marca la diferencia es la introducción del sistema de niveles visto en el multijugador de Gears of War 3.
Como es bien sabido para muchos, el trabajo en equipo será vital para poder hacer frente al equipo contrario, lo que hace del multijugador uno de los pocos online con toques estratégicos. Y ahí no acaba la cooperación, ya que puedes jugar toda la campaña con un amigo ya sea de manera local o online.
Gears of War: Ultimate Edition es el debut de The Coalition en la franquicia y ha hecho marca de que podría ser un gran trabajo a futuro. Si no llegaste a jugar en su momento el primer Gears, esta es tu oportunidad de poder hacer frente al ejército de la Horda Locust. Enlístate en los COG y prepárate para patear traseros.