Ha pasado ya poco más de una década desde el lanzamiento de la primera entrega de Assassin’s Creed y, tras algunos traspiés, la saga logró volver a lo grande con Origins, añadiendo un mundo más extenso y detallado con variadas mecánicas RPG.
Un año después, y con algunas incertidumbres sobre el inmediato anuncio de una secuela, nos llega Odyssey, ahora ambientado en la antigua Grecia, con infinidad de detalles y elementos tan fieles a la civilización, varias misiones, personajes y secretos que descubrir, pero que no logra esos momentos épicos y evolutivos en la serie que uno esperaría.
La Grecia clásica que muchos recordamos
El juego nos transporta al año 431 a.C. en la época de la guerra del Peloponeso en Grecia, la cual enfrentó a distintos bandos liderados por Atenas y Esparta. Todo este contexto lo contemplamos desde los ojos de nuestro protagonista, que por primera vez nos permite escoger su sexo, Alexios o Cassandra. Cabe destacar que esta decisión es prácticamente estética pues los desarrollos de cada personaje son iguales. A partir de una búsqueda de respuestas de nuestro pasado y un arreglo de cuentas nos embarcaremos en toda una odisea que mezcla diversos elementos de combate, guerra y política en la época de la Grecia clásica.
El juego inicia de manera sencilla y clara en una escena que seguro muchos reconocerán por mera cultura popular. Se nos presentan las mecánicas más básicas del juego sin hacernos pasar por un tutorial extenso, y sobre todo los veteranos agradecerán esta decisión. Lo curioso es que esta elección nos habla directamente sobre cómo funcionarán el resto de movimientos especiales sin realmente explicarnos cada uno, lo que nos alentará a ir descubriendo uno por uno conforme avancemos.
A partir de aquí iniciaremos toda la travesía con nuestro personaje a través de lo que podría ser la mejor ambientación griega en un videojuego. No solo nos encontraremos a grandes figuras militares, socio-políticas o artísticas y pensadores, incluyendo a los carismáticos espartanos que ya todos conocemos, sino también cada aspecto y elemento griego que se nos venga a la mente. Desde las vasijas de alfarería, actividades cotidianas y armas, hasta las grandes edificaciones y templos, y representaciones del teatro y hasta las Olimpiadas, sin mencionar caracteres de su mitología sin dejar que el juego se lleve al extremo divino.
Esto nos deja no solo una de las mejores ambientaciones de la saga, sino también un protagonista muy bien caracterizado y, sobre todo, que el jugador puede moldear gracias al sistema de conversaciones y toma de decisiones en tus acciones. Respecto a esto último, irás también forjando tu propia reputación donde podrán verte como un misthios justiciero o un mercenario que no es realmente peligroso, pero del que no puedes confiar fácilmente. Esto último sobre todo repercutirá en los peligros que se te avecinarán, aunque a veces la recompensa puede ser gratificante, pero desafiante.
Jugabilidad al estilo espartano
Respecto al tema jugable, no nos podemos quejar en casi nada. Durante toda la travesía el juego se ha mostrado muy responsivo y el personaje hará casi siempre lo que planees, sea durante el combate o el sigilo. Las mecánicas de pelea presentadas son resultado de una mejora progresiva a lo largo de la saga y en esta ocasión se nota a ciegas que se basa en hacer uso de tus distintas habilidades especiales que iremos desbloqueando conforme progresemos, sin dejar los esquives y bloqueos para contraatacar.
Si hablamos de combate, Assassin’s Creed Odyssey no decepciona en su arsenal y, como buen título basado en la antigua Grecia, uno esperaría una gran colección de espadas, dagas, lanzas e inclusive hachas; algo que el juego consigue, aunque nos deja con una rara sensación al no tener escudos. Las armas son variadas y reconocibles y cada tipo funciona de distinta manera, lo que nos hará decidir bien si ir por unas cortas pero ágiles dagas o espadas, o una larga y lenta, pero letal hacha de combate. Es necesario también recalcar que su árbol de progreso es claro y nos anima a ir mejorando nuestras armas con distintos grabados o evoluciones.
Respecto al sigilo no veremos mucha novedad. Contaremos nuevamente con nuestra águila para marcar a los enemigos y encontrar los tesoros de cada ubicación. Pero si somos curiosos y buscamos un poco más encontraremos grandes recompensas. Por lo demás, los enemigos responden bien a la situación que se presente, aunque en un par de ocasiones hayamos encontrado cosas raras como que al reiniciar el punto guardado, sin explicación alguna, unos guardias se pongan a pelear contra un mercenario que inicialmente está de su lado, acabando en su inevitable muerte y dejando al mercenario con baja salud para darle el golpe final.
El viaje del mercenario
Ubisoft ha marcado un nuevo rumbo a su saga desde hace unos años y, siguiendo el paso de su predecesor Origins, veremos casi nula conexión con el resto de la saga, salvo su mecánica básica. Por otro lado se presenta una historia con gran libertad de decisión. Como se mencionó líneas arriba, algunas decisiones respecto a algunos personajes repercutirán inclusive para el final del juego. Se presentarán además diálogos y grandes dilemas interesantes, pero en general muchos terminan siendo muy repetitivos.
Assassin’s Creed Odyssey puede presentar hasta más de 40 horas para finalizar su trama principal, pero si buscamos desarrollarla sin irnos a largas distracciones será un desafío abrumador pues a veces desde un cierto nivel nos presentan la siguiente misión con enemigos 5 niveles más arriba y que de paso si no cumplimos algunos requisitos previos serán más numerosos y siempre se moverán en grupo. Esto puede ser muy cansino para los jugadores que no buscan separarse mucho de la trama principal y que deben obligatoriamente realizar tareas secundarias para alcanzar el nivel deseado, sobre todo si son misiones muy artificiales y absurdas, las cuales no son pocas.
Esto realmente no sería un problema si la mayoría de las misiones no fueran muy parecidas entre sí y, aunque el mundo creado está muy bien ambientado, los trayectos por parajes silvestres a la larga se sienten monótonos. Quizá lo más correcto hubiera sido acortar el número de side-quests a la mitad y ver una manera de trabajarlos y conectarlos mejor.
En general las misiones no son tediosas. Al contrario, la mayoría son divertidas al ejecutarlas, pero conforme avancemos no podremos evitar pensar que estamos haciendo lo mismo una y otra vez. Un sandbox debe evitar convertir al jugador en un motor de encargos, pero acá se siente por varias ocasiones. Pero rescatemos el aspecto positivo, y es que el juego nos otorga desarrollarlo bajo el modo explorador, es decir, no se nos indicarán las localizaciones de interés en el mapa, pero sí algunas pistas para poder encontrarlos, lo que lo vuelve más inmersivo y así alentando a que descubramos el mundo por nuestra cuenta.
Mecánicas conocidas como las batallas navales regresan y más dinámicas que nunca. Ahora también podremos mejorar y organizar mejor a nuestra tripulación para aumentar ciertos atributos de nuestro interés.
Otros detalles añadidos son el sistema de mercenarios y las conquistas. ¿Te imaginas siempre tener entre uno a cinco enemigos fuertes persiguiéndote constantemente por el mapa? Dependiendo de nuestras acciones, más promotores podrían poner precio a nuestra cabeza y esto puede provocar hasta enfrentamientos y persecuciones impredecibles y entretenidas. Incluso, si no nos sentimos muy confiados de enfrentarles, podemos elegir entre desaparecer o sino negociar con ellos para que nos dejen de seguir.
Por otro lado, y siendo un añadido interesante, tenemos las conquistas: un sistema de batallas que enfrentarán a soldados de ambos bandos frente a nuestros ojos donde tendremos que poner de nuestra parte para que nuestra legión salga victoriosa. Muchas veces, tras ir liquidando a soldados de bajo rango, se nos asignará un miembro de importancia que podría dar fin a la batalla. Sin duda, estas escenas son de las mejores que se han podido agregar al título.
La belleza de la Grecia clásica
Es casi de esperarse de un juego de Assassin’s Creed: la ambientación y recreación de la antigua Grecia es un trabajo espectacular. No solo por su gran composición, sino también por los colores del ambiente, las construcciones y más elementos. Cada paisaje está hecho con cariño y siempre te detendrás a apreciar cada nueva locación en el inmenso mundo abierto. Y vaya mundo abierto, pues se trata de una recreación de todo el territorio griego, incluyendo sus cuevas, templos, puertos, ciudades y hasta coliseos.
Podrás encontrarte con distintos animales, cazar algunos, competir en arenas de combate y hasta tener encuentros cercanos con criaturas mitológicas. Si vamos a describir cada elemento encontrado restaríamos el factor sorpresa que los más fanáticos de la exploración siempre desean poseer y que seguramente tendrán sus más de 100 horas para hacerlo. No olviden sumergirse en algunos puntos para encontrarse con tesoros hundidos.
En su aspecto técnico, Odyssey muestra animaciones faciales y movimientos de combate muy bien trabajados. Las luchas se ven muy fieles a lo que estamos acostumbrados a ver en una producción AAA de Hollywood. No obstante, y sigue siendo una observación con más de 10 años de vida, se mantienen las animaciones tan extrañas de algunos personajes cuando dan esas volteretas al toparse con nosotros.
Por otro lado, el juego corre bien en casi todo su desarrollo, sin caídas de frames apreciables. Sin embargo, y es obligatorio reportarlo, el juego presenta cuelgues en contadas ocasiones que, aunque pocas, nos obligan a tener que reiniciar el juego y aún as, existe el riesgo que vuelva a presentarse hasta no superar dicha fase en cuestión. A la fecha de este análisis aún no se ha lanzado un parche que arregle este problema. Ya va siendo hora. (Es importante indicar que el análisis se hizo en base a la versión de PS4.)
¡Espartano, a la batalla!
Assassin’s Creed Odyssey resulta ser un buen juego de acción y aventura RPG. Es entretenido en gran parte de su desarrollo. Si eres muy fan de la historia antigua de Grecia y deseas perderte en su extenso mapa con diversas acciones descubriendo nuevas localizaciones poco a poco sin duda lo pasarás en grande. No obstante, si buscabas un sandbox con profundidad, aunque tiene una gran historia que vale la pena desarrollar, puede que llegues a encontrar su extenso contenido un poco repetitivo.
Posiblemente lo más adecuado hubiese sido acortar su desarrollo principal mejorando y conectando mejor sus misiones secundarias, pues incluso, a pesar de los agregados que en buena parte son muy ingeniosos y entretenidos, no nos toparemos con momentos realmente épicos, algo impensable en un juego que quiere llevarte a la gloria de Grecia.
Pese a estos defectos será disfrutable en la mayor parte de su travesía, pero pudo haber sido mejorado en más de un aspecto y ser el gran salto que la saga aún espera.