En vista del creciente éxito de títulos de FPS MMORPG como fue el caso de Destiny, en el 2016 Ubisoft decidió lanzar al mercado su propia propuesta de similar corte. Así nació Tom Clancy’s The Division.
Por aquel año, el juego llegó a posicionarse como una alternativa bastante atractiva y llegó a cosechar una buena legión de seguidores. Sin embargo, conforme pasaron los meses, el número de jugadores comenzó a descender de manera considerable.
Esto se debía al descontento por el contenido post-lanzamiento que Ubisoft planteó al juego, así como otros problemas graves como la aparición de hackers en la versión de PC. No fue hasta que la compañía decidió lanzar una gran actualización cuando el título volvió a recuperar su estatus perdido.
Lamentablemente, el daño ya estaba hecho y un buen grupo de jugadores se desistió a regresar al juego.
Durante los últimos años, conocidos títulos como Warframe o Destiny 2, comenzaron a adoptar un nombre bastante particular llamado “Shooter Looter” debido a su sistema jugable que involucra la adquisición de botín para ir progresando a lo largo del juego.
Sabiendo que una gran parte del mercado se ha ido moviendo a este tipo de títulos y que muchos juegos no han conseguido cumplir las expectativas (como Anthem), Ubisoft pone las manos en la mesa y demuestra que ha aprendido bien de los errores del pasado trayendo de regreso el conflicto armado que se ha formado por todo Estados Unidos debido a un virus mortal.
Esta vez la acción deja atrás la ciudad de Nueva York para dar pase a la enorme capital de Washington D.C., un sitio que al – igual que ocurrió en el primer juego – no la ha pasado para nada bien dado la aparición de diversas facciones enemigas que buscan apoderarse por completo del lugar sin importarles las vidas humanas.
Una vez más, Estados Unidos necesitará de The Division, un grupo especializado que solo podía ser activado en caso ocurriera una catástrofe nacional. Los hechos de esta secuela ocurren meses después de haber recuperado por completo Nueva York y ahora asumiremos el rol de otro agente que se verá envuelto en un nuevo conflicto.
Recuperando Washington D.C.
The Division 2 nos da una vez más la oportunidad de poder personalizar nuestro personaje ofreciéndonos un abanico de opciones que nos permitirá configurar todo tipo de elementos como la forma del rostro, nariz, ojos y cejas, entre otras cosas.
Una vez completado esto, se nos lanzará de golpe a un breve conflicto que servirá como tutorial para acostumbrarnos a los controles y a su ya clásico sistema de coberturas, un elemento que nos ayudará a lo largo del juego.
Completado este tutorial que viene incluso con cinemáticas, nuestra misión será la de movernos por diferentes zonas de Washington D.C. para recuperar zonas así como desbloquear refugios pertenecientes a la resistencia.
Sin embargo, vale precisar que nuestra base de operaciones será la propia Casa Blanca donde podremos desbloquear nuevas herramientas tecnológicas, recibir misiones principales y mejorar nuestras armas.
El mundo de The Division 2 está repleto de muchos objetivos y opciones por doquier – algo que ya nos tiene acostumbrado Ubisoft -. De esta forma, deberemos cumplir una serie de misiones para ir ganando experiencia y subir de nivel.
En el caso de este último punto, el nivel máximo es de 30 y para llegar hasta esa cantidad no solamente tendremos que completar las misiones que involucren la campaña principal, sino también estar al pendiente de objetivos secundarios.
Sobre eso, justamente habrá una buena cantidad de misiones secundarias repartidas por todo el mapa. Aunque la gran mayoría aparecerá siempre y cuando vayamos desbloqueando algunos personajes que estarán en refugios y que requerirán de nuestra ayuda.
A su vez, estos personajes también servirán para ser reclutados. Esto nos permitirá desbloquear mejoras especiales para nuestro personaje o la posibilidad de habilitar la llamada “Dark Zone”,un lugar peligroso y a la vez uno de los escenarios favoritos del primer juego.
Para quien no lo recuerde, la también llamada “Zona Oscura”es un segmento del mapa donde tendremos la posibilidad de adquirir equipo especial para nuestro agente. Una vez adquirido todo lo que podamos, tendremos que esperar hasta la llegada de un helicóptero que se los llevará a salvo a la base.
A partir de ese momento tendremos que ir con cuidado. Tendremos que estar al pendiento no solamente de los enemigos de la zona, sino también de otros jugadores quienes el 99% de las veces nos atacarán sin pensarlo. Si mueres perderás todas tus cosas.
Aunque también podrías tener suerte y encontrar otros jugadores que te ayudarán a completar tus objetivos más rápido. Eso sí, mejor es ir con cuidado y no confiar en nadie.
Por otro lado, y si conseguiste salir de la zona oscura, en diferentes refugios podremos hablar con determinados personajes para asumir retos opcionales llamados “proyectos”. Dicha opción nos dará ciertos objetivos que ayudarán a que las bases puedan progresar de una manera considerable y equiparse con mejores herramientas.
La interfaz de nuestro agente también es un punto a destacar dado el orden que ha establecido Ubisoft para organizar perfectamente las diferentes opciones del juego como ver nuestras armas, herramientas y ropa. La misma interfaz sobresale al estar combatiendo, permitiéndonos ver nuestra salud sin irrumpir en el combate.
Cubrirse es MUY necesario
Hablaré ahora sobre el aspecto jugable del título. Nuestro personaje tendrá a su disposición una buena cantidad de armas que van desde las clásicas pistolas, pasando por rifles de asalto y de francotirador hasta llegar a las escopetas. Nada de otro mundo. Cada una podrá ser adquirida en puestos de armamento o al derrotar enemigos.
Las coberturas nuevamente juegan un papel muy importante en esta secuela, ayúdandonos a posicionarnos mejor para tomar por sorpresa al enemigo.
Sobre los antagonistas de la historia, en un principio contamos con un grupo llamado “Las Hienas”que vendrían a ser una organización de matones que solo buscan seguir llevando el caos a donde sea que vayan.
Por otro lado tenemos a “Los Hijos Verdaderos”: una agrupación mucho más organizada y que cuentan con armas militares que nos pondrán en más de un apuro.
Sin embargo, el gran peligro llegará cuando estemos en nivel 30 con la aparición de “Los Colmillos Negros”: un colectivo mucho más poderoso y que nos obligará a jugar sí o sí acompañado de otros jugadores.
Precisamente, y al igual que ocurría en la primera entrega, la cooperación entre jugadores es una pieza muy importante en The Division 2. Si bien es cierto que podremos recorrer prácticamente todo los escenarios del título por nuestra cuenta, en muchas ocasiones nos veremos forzados a contar con el apoyo de otro jugador. Lo ideal, por supuesto, sería que vayas con otros 3 para poder aumentar las posibilidades de éxito en una misión.
Un detalle muy importante que no puedo dejar de pasar por alto es el hecho de que si por algún motivo terminamos entrando a una misión de alto nivel con otro jugador, estaremos por unos segundos a la par del mismo nivel de nuestro compañero. Al acabar la misión, nuestro nivel volverá a la normalidad.
Felizmente, en todas las partidas donde he podido encontrarme con desconocidos siempre veo un buen espíritu de colaboración. Sin embargo, el matchmaking es algo inestable debido a que, si bien tienes la oportunidad de buscar otros usuarios para completar misiones principales o misiones aleatorias, en muchas ocasiones se detiene la búsqueda por cuenta propia al “no detectar otros usuarios”. Caso extraño, considerando que el lobby se encuentra repleto de ellos.
Washington a escala 1:1
Pasemos a hablar del apartado gráfico, el cual ha demostrado ser un trabajo muy ambicioso por parte de Massive Entertainment y los demás estudios de Ubisoft que participaron en su producción.
El juego consigue retratar a la perfección cada locación de Washington y nos deja con un acabado más que impecable. Asimismo, la iluminación también juega un rol muy importante en la parte gráfica. Esta consigue que cada sitio que visitemos destaque entre sí, diferenciándose y así dejando atrás los escenarios repetitivos de la primera entrega.
Uno de los puntos negativos que encontramos es que, al menos en la versión de PlayStation 4, algunas texturas tardan en cargarse. De igual forma, los rostros de algunos personajes no llegan a una calidad esperada, por lo que sería bueno que Ubisoft vaya trabajando en mejorar este aspecto.
Otro problema del juego es que cuenta con loot boxes. Sin embargo, estos solo son para ítems cosméticos. Te saldrán al azar, pero puedes completar el que quieres si partes con dinero real. Lo bueno es que el juego contará con misiones gratuitas que serán lanzadas con el tiempo, aunque tendrás acceso anticipado a ellas y a otras exclusivas si compras el Season Pass.
En cuestión al área sonora, destacan algunos temas musicales de estilo electrónica que podemos escuchar en pleno combate. Sin embargo, más allá de eso no sobresale nada en lo absoluto.
Cabe notar que el juego cuenta con un gran doblaje al español latino. Ubisoft ha estado al pendiente de que el trabajo sea impecable, trayendo a los mismos actores de doblaje desde sus paises hasta las oficinas de Massive Entertainement para conocer mucho más el trasfondo y mundo de The Division.
Con toda tranquilidad puedo decir que The Division 2 es uno de los mejores multijugador cooperativos que han salido al mercado. Aprendiendo de los errores del pasado, Ubisoft nos trae un gran ejemplo de como los «shooter looters» deben llevarse a cabo.