El género “Toys-to-life” lleva mucho tiempo en los videojuegos. Desde Skylanders hasta Disney Infinity, hemos visto varios títulos que requieren muñecos ir y venir, casi todos terminando en algún punto. Ubisoft llegó tarde a la fiesta, pero sí que trae una masiva idea: naves espaciales en un verdadero espacio con varios planetas. ¿Será Starlink la excepción a la regla o caerá como sus antecesores?
El juego se sitúa en el sistema estelar Atlas. El equipo Starlink se encuentra junto a su nave madre, el Equinox, buscando los secretos de Judge, un alien con amnesia que apareció en la Tierra y colaboró para crear un sistema de desarrollo de Nova (fuente de energía rara y escasa), cuando es atacado por la Legión Forgotten. En mitad del tumulto, St. Grand (el líder) es secuestrado por Grax, un poderoso ser que desea usar la tecnología de la extinta raza Warden para conquistar el mundo. ¿Adivina quien debe detenerlo?
Tu deber como piloto es simple: visita cada planeta, consigue aliados y libéralos de la Legión. Y desde aquí les voy diciendo que Starlink es tu tradicional juego de Ubisoft, pero con naves. Todo sigue una jerarquía y un orden, teniendo que hacer las mismas actividades en cada lugar dentro de un mundo lleno de un millar de cosas por hacer. La diferencia es que ahora tienes una nave (de la cual jamás podrás salir) y puedes volar cuando gustes.
Para liberar los planetas deberás aliarte con todo tipo de outposts (puestos) en los planetas. Para ello debes hacerles una misión de favor, como traerles un ítem o defenderlos de enemigos. Dependiendo del tipo de outpost también recibirás favores como Electrum (el dinero del juego) o mods gratis cada cierto tiempo que pase o más visibilidad en el planeta, entre otros. Si tienes suficiente dinero, también puedes poner tus propios outposts y hasta mejorarlos para que sean más efectivos.
Obtener mayores alianzas significará mayor ayuda en combate y además empezarán a defenderse ellos mismos (los planetas serán atacados estés ahí o no). ¿Pero de quien? De la Legión, claro. Estos han puesto varias cosas para controlar el universo. Empezamos con Extractores, cuales mandan enemigos por el planeta. Luego siguen los Primes, colosales gigantes que colocan e incluso reactivan Extractores. Finalmente están los Dreadnoughts, naves masivas que mandan los Primes a los planetas que bordean su sector.
Vencer a los Extractores es sencillo pues solo requiere de destruir los nodes para desbloquear el punto débil y luego eliminarlo a balazos. Eliminar varios de estos debilitan a los Primes y eliminar a estos debilitan a los Dreadnoughts. Mata a todos los Dreadnoughts para que el jefe final sea más sencillo. ¿Pero, vale la pena? Es verdad que esto le da más vida al juego y ayuda a los jugadores menos experimentados, pero en mi opinión es mejor pelear contra estos jefes lo más pronto posible.
Los Primes tienen un punto débil sencillo: la cabeza. Puedes atacarlos en el brazo para exponerlo y luego matarlos fácilmente. Pero, eso es solo si destruiste casi todos los Extractores. Al no hacerlo no solo tienen mayor nivel (significa mucha más fuerza bruta y defensa), sino también hasta tres fases extra. En la segunda debes perseguirlo para luego destruir cada cristal que le sale en cada pata. Estos disparan lasers y al eliminarlos expondrá su punto débil en la barriga. Además mandará refuerzos con todo.
Para la tercera deberás ponerte a volar porque mandará rayos de destrucción masiva que arrasarán con el piso y todo a su paso. Deberás atacar la cola en pleno vuelo, cual tratará de fijarse en ti para mandarte un ataque directo. Los Infernal Primes tienen una cuarta fase. No solo traen los cristales de vuelta, también puerta su cola. Evita su destrucción latente y destruye la cola para exponer su punto débil en la cabeza y finalmente deshacerte de él.
Como puedes ver, esta pelea suena mucho más alucinante y hará de la victoria suave y sabrosa, en contraste a bajarte la a un Prime débil que solo tiene una fase y para colmo bajas defensas. Sin embargo, la cosa se complica con los Dreadnoughts…
Para debilitar a un Dreadnought debes bajarte a los Primes de su sector, pero esto puede involucrar hasta 3 planetas. En realidad solo necesitas liberar a un planeta de cada sector (tres en total) e instalar un outpost de Starlink especial para llegar al jefe final. Sin embargo, ignorar los otros planetas significará un Dreadnought de alto nivel. ¿Por qué esto es un problema?
Vencer a un Dreadnought involucra no solo la nave principal, sino un millar de naves miniaturas que no dejarán de dispararte. Es verdad que tu equipo estará ahí para ayudarte, pero igual será una matada. Si tu nivel es muy bajo, te podrían bajar hasta de dos golpes. Tu misión será simple en teoría y solo en ejecución si tienes buen nivel: bájate las torretas principales, luego las secundarias que disparan lasers para finalmente destruir la puerta lanza-misiles para ingresar a la nave.
Es aquí donde todo se convierte en Star Fox. El villano de turno empezará a amenazarte tipo Andross y deberás ir por un camino lleno de paredes de lasers que deberás esquivar dando todo tipo de vueltas. Finalmente llegarás al núcleo, cual debes hacer explotar a toda costa mientras esquivas las marañas de lasers a tú alrededor. Sal de la nave explosiva como Fox y habrás cumplido con la misión.
Sí, logré hacer todo esto en máxima dificultad como dije después de pelearla y se sintió muy bien. Sin embargo, debo admitir que fue gracias a Ubisoft, quien nos mandó un código para la versión Digital Deluxe. Y es que esta incluye 5 naves (6 en la versión de Switch). ¿Qué tiene esto de importante? Cuando mueres, puedes continuar la pelea si usas otra nave, así que en teoría cada una cuenta como una vida. De no ser por esto me hubiera visto obligado a terminar el juego al 100% antes de vencer a cada jefe y me hubiera privado de increíbles combates, especialmente contra los Infernal Primes.
Sí, a pesar de ser un juego “Toys-to-life”, puedes comprar todo de manera digital. Es más, hasta te sale más barato (pues Ubisoft se ahorra el plástico) y se vuelve más manejable. En el caso de la versión física, deberás poner tu mismo la nave y cambiar sus partes e armas en cada momento, algo que demora más que solo elegirlos en un menú. Aunque debo admitir que jugar con los muñequitos se siente muy bien y las naves no se ven nada mal. Debo advertirles que el DLC no funciona con la versión digital; una lástima.
Y hablando de juguetes y DLC, también encontrarás varios pilotos como piezas disponibles (físicas o descargables). Estos cuentan con sus bonus que puedes recibir al subir de nivel, además de un ataque especial como el Orbitral Strike de Mason (bomba laser del espacio) o el Shadow Strike de Hunter (tacléadas ultra rápidas). Además, cada piloto cuenta con un bonus extra que puede ayudar a los demás pilotos como experiencia extra para todos (Mason) o ataque extra para todos (Hunter).
Por esto último que mencioné sería bueno subir de nivel a cada uno, algo que puedes hacer usando bastante una arma o nave con un personaje hasta que la domine. Sin embargo, esto se hace más difícil después puesto a que tus demás personajes empezarán con niveles bajos, algo que afecta mucho tu ataque y defensa. A menos que vayas a los planetas iniciales o hagas rondas suicidas como yo, estarás frito. Al menos puedes subir un nivel a todos los pilotos por cada Dreadnought que vences. Es algo, supongo.
Y hablando de pilotos: ¿Sabías que Star Fox está disponible en la versión de Switch? Él y todo su equipo vienen para ayudar a Starlink, todo mientras continúan su propia misión: capturar al popular anti-héroe Wolf. La versión física incluye un muñeco de Fox y el Arwing, cual puedes usar con todo y canción de Corneria mientras te ayuda Falco, Peppy y Slippy.
Debo admitir que estoy impresionado por que tan bien lograron captar la esencia de los personajes. Funcionan perfectamente en el universo de Starlink y hasta puedes ganar todo el juego con Fox si quieres. Claro, solo funcionan en la versión de Switch. Esta cuenta con menor resolución que las demás versiones, además de tener menos draw distance (las cosas te aparecen en la cara un poco) y texturas más borrosas. Sin embargo, igual se ve bien y el cambio solo es notable si los comparas con las otras versiones lado a lado.
Y hablando de presentación, debo mencionar el espacio. Este es enorme y puedes encontrar muchas cosas como vestigios destruidos de donde sacar mods al igual que bases secretas de Outlaws, ladrones espaciales. Deberás usar tu Hyperdrive para llegar a cada planeta a máxima velocidad mientras esquivas los asteroides y trampas a tu camino. El ingreso a un planeta, al igual que su salida, se hace solo volando.
Este cambio de zona es muy fluido, como si de verdad estuvieras entrando a la órbita del planeta. Es quizás lo más impresionante del juego, pues ni se perciben los tiempos de carga. Pero se nota que se están haciendo en el background mientras te acercas a cada zona, pues hacer fast travel a cualquier planeta (o al Equinox) involucra una duradera pantalla blanca. Esto no le quita ningún merito al impresionante sistema de viaje espacial, aunque al final empezarás a hacer fast travel bastante a los planetas ya conocidos pues ya habrás viajado a todos lados.
Los planetas también son hermosos en sí… hasta cierto punto. Cada uno cuenta con sus propias razas de animales, además de paisajes como lava, desiertos masivos o hermosas zonas de vegetación. Sin embargo, pronto te darás cuenta que todo esto es pintura. Como mencioné, el juego es repetitivo. Terminarás haciendo las mismas misiones para cada planeta, por lo que estas temáticas son no mucho más que recolors.
Entrando al tema de la narrativa, Ubisoft muestra bastante esfuerzo en crear lo que sería un verdadero universo. Sin embargo, a pesar de ser bastante interesante en concepto con todo tipo de cut-scenes y plot-twists, me fue difícil tomarlo en serio. Y es que no hay mucha inmersión. Todo el tiempo estarás en tu nave y las interacciones con los personajes serán a través de diálogos donde ves sus caras. Los aliens NPC ni siquiera tienen mucho movimiento, siendo estáticos y a veces genéricos.
Mucho peor, no conocemos casi nada de nuestros protagonistas. El juego empieza sin una verdadera introducción. Deberás jugar una misión opcional (y algo tediosa) para saber su trasfondo y solo se menciona, no habla, “muy” poco de ello por la mitad del título. Por esto casi ni me importaba lo que le sucediese a la tripulación del Equinox o a Atlas en general. Esperemos que hagan más esfuerzo en este punto pues dejaron varios misterios sin resolver, posiblemente indicando una secuela en el futuro.
Por alguna razón dejé una parte muy importante del juego para el final: las armas. Puedes equipar una en cada ala de tu nave y dispararlas por separado o a la vez con L2 y R2 respectivamente. Incluso puedes que hacer que apunten para atrás, interesante estrategia en combates espaciales. Hay todo tipo de armas, desde lasers cargados hasta misiles.
Una de las cosas más interesantes es que cada arma es elemental. Puedes combinar varios elementos como fuego y hielo para hacer combinaciones poderosas. Incluso puedes lanzar un vortex y darle un elemento para hacer una explosión elemental masiva y muy dañina… para el oponente, claro. Afortunadamente el juego y tus compañeros indicarán la debilidad de tus enemigos, al igual que sus nombres y apariencias.
Más importante, puedes equipar mods a tus armas y naves. Estos te darán más poder, más experiencia, más defensa, menor uso de energía, etc. Obtendrás muchos mods repetidos, pero más adelante podrás combinarlos para subirlos de nivel y hacerlos más fuertes, muy al estilo de Ubisoft.
El problema principal con el gameplay es el control. Tienes una barra que se gasta al dar vueltas, usar tu boost o activar los escudos para aumentar tu defensa. Sin embargo, el botón de los escudos es triángulo y solo estarán activados mientras mantengas el botón apretado. Esto quiere decir que no podrás usarlos y cómodamente apuntar con el stick derecho. Tampoco puedes cambiar la configuración de los botones. Hubiera sido útil que al menos permitieran el uso de los controles de movimiento para apuntar como en Splatoon o juegos parecidos, pero nada. Claro, esto no hubiera funcionado para la versión de Xbox One.
Casi me olvido: el juego cuenta con un modo cooperativo local. Esto hará de las cosas más sencillas y además, especialmente a la hora de subir de nivel a los pilotos. Sin embargo, este no llega a su full potencial. Ambas naves deben permanecer cercanas mutuamente. De lo contraria, la segunda será transportada donde la primera. Esto interrumpe el flujo del juego y no deja al otro explorar en lo que es en esencia un juego de exploración espacial interplanetario, pero se entiende ya que esta separación que menciono pediría mucho procesamiento de la consola. Aún así es una pena.
¿Cómo puedo resumir Starlink: Battle for Atlas en una oración? Es un juego de Ubisoft, pero con naves. Sin embargo, el título promete gracias a una gran presentación y muchas cosas por hacer, a pesar que la narrativa tiene sus pros y contras. Además, los usuarios digitales tienen mucha ventaja sobre los físicos. Sin embargo, sorprende a la hora de los combates espaciales y cumple con todas sus promesas, por lo que no puedo recomendar mejor juego de mundo abierto en el espacio. Quizás hay, pero no lo conozco o ya me olvidé.