¿Quien es Pepsiman? Este héroe es la mascota oficial de Pepsi en Japón. Tiene el superpoder de disparar Pepsi de sus manos, teniendo como misión refrescar a todas las personas con sed del mundo (Similar al héroe nacional: Chocman). Una vez estuvo en un juego de peleas llamado Fighting Vipers, en la versión de Sega Saturn. Sin embargo, hoy día hablaremos de su aparición en uno de los juegos más queridos por el staff: “Pepsiman”, exclusivo para el PS1 y solo distribuido en Japón.
La historia empieza cuando vemos a la persona encargada de llenar el stock de las máquinas de Pepsi hablando con Pepsiman. Al parecer su carro se malogró y esto le impedirá rellenar una máquina con las deliciosas bebidas. El pueblo enloquece. Alguien debe hacer algo. ¡Pepsiman al rescate! Nuestro héroe corre en lo que parece ser un endless runner, con la habilidad de saltar y deslizarse por el suelo.
Pepsiman debe tratar de llegar a la máquina antes que se acabe el tiempo, cogiendo botellas de Pepsi en el camino para que el tiempo no disminuya tan rápido. En su camino encontrará varios obstáculos que debe esquivar, como carros, personas y latas rotas. Pepsiman se desliza debajo de un carro, entra a una casa y esquiva las máquinas de construcción con un bote de basura encima. Destruye muebles en su camino mientras la gloriosa canción de ¡PEPSIMAN! no para de sonar. Pepsiman termina el nivel, toma una Pepsi y continúa.
Esquiva a los constructores saltando en sus taladros y baja por la autopista en una tabla de skate hasta que llega a la máquina de Pepsi, rellenándola con sus poderes para el celebre de todos. Sin embargo, un camión atropella a nuestro héroe, disparándolo contra una lata de Pepsi gigante. Esta lata lo sigue, tratando de aplastarlo. 3 colisiones y Pepsiman estaría tan plano como un wafle. Aún así logra escapar, esquivando todo en su camino.
Un bombero habla con Pepsiman y le dice que hubo un incendio en el edificio. El fuego está bajo control, pero algunas personas no pudieron escapar a tiempo. Están muy exhaustos y necesitarán algo para resistir mientras llegan los paramédicos. Nuestro héroe corre por una ciudad donde todo está en llamas. Varias personas piden ayuda y los carros de policía patrullan por todos lados sin piedad. Sin embargo, Pepsiman nunca se rinde.
No solo esquiva los cilindros gigantes que vienen en su camino, también corre encima de uno mientras lo rueda por la ciudad. Se desliza debajo de columnas de metal y corre aún más rápido para saltar sobre grandes abismos. Al tomar su Pepsi, cae a las alcantarillas. Nuestro héroe no se da por vencido. Logra escapar, hacia el metro, llegando hacia el aeropuerto y finalmente saltando por los techos hasta llegar donde la gente atrapada, dándoles Pepsi antes de caer encima de un camión de Red Pizza. El camionero debe estar furioso, ya que lo persigue para matarlo. Pero Pepsiman siempre sale victorioso y escapa a tiempo de su opresor.
Pepsiman se acerca a un piloto de helicóptero. Este le dice que un avión cayó en mitad del desierto. Iba a ir a recoger a los sobrevivientes, pero su helicóptero se malogró. Otro helicóptero va en camino, pero no saben si llegará a tiempo antes de que mueran de sed. Necesitan rehidratarse. ¡Pepsiman al rescate! Nuestro héroe corre en mitad de la carretera, esquivando carros y camiones yendo a alta velocidad por ambos lados de la pista. Salta y se desliza sobre y debajo de varios troncos rodando respectivamente, luego esquivando a una banda de motociclistas que vienen a eliminarlo (Fácil son de Coca Cola). Pepsiman se refresca en un auto-lavado y toma una Pepsi.
Nuestro héroe ahora corre por el desierto, esquivando búfalos que vienen por todos lados. Intrépidamente corre encima de un barril para rodarlo sobre puentes estrechos y toma un atajo por unas minas, esquivando carritos y rocas gigantes hasta llegar donde las víctimas del accidente aéreo, quienes celebran ante la refrescante Pepsi suministrada por nuestro héroe. Sin embargo, los búfalos vuelven con sed de venganza y lo embisten hacia una montaña de troncos, cuales ruedan para colisionar con Pepsiman. Nuestro héroe esquiva todos los troncos y escapa a tiempo, por supuesto.
¡Lo peor ha pasado! La computadora principal de la Ciudad Pepsi se ha vuelto loca. Todas las rutas han sido comprometidas y las autoridades no pueden ayudar. No hay suficiente Pepsi para todos y la gente se está volviendo loca. La gente pelea o cae debido a la sed. Si todo sigue así, habrá una escasez de Pepsi en todo el mundo. Nuestro héroe no hace preguntas y corre al rescate. La Ciudad Pepsi es un caos, con varios camiones en llamas, personas tiradas por los suelos, latas gigantes cayendo por todas partes y más. A pesar del alto nivel de dificultad, Pepsiman utiliza todo lo aprendido para esquivar todo a su paso. Toma una de las últimas latas de Pepsi en la ciudad y procede a entrar a la fábrica principal de Pepsi.
Corre rápidamente por varias cintas transportadoras, saltando sobre abismos y esquivando cajas de Pepsi. Se desliza debajo de las tuberías y luego esquiva todas las maquinas voladoras, deslizándose por el pasadizo de la congeladora encima de una bandeja hasta llegar a la computadora principal, cual arregla con un súper chorro de Pepsi. Todo el planeta entero grita de emoción ahora que la Pepsi ha regresado, pero esto incluye la lata de Pepsi gigante, cual busca su venganza. Esta vez no sólo persigue a nuestro héroe, sino también le lanza miles de botellas de Pepsi de gran tamaño que ruedan y saltan para asesinarlo. Sin embargo, Pepsiman logra salir de esta pesadilla a salvo. El día ha salvado… por ahora.
Después de esta gran aventura, creo que todos nos merecemos una rica y refrescante Pepsi. O tal vez una Coca Cola. No juzgo.