A pesar de ser un fanático de juegos de pelea desde hace mucho tiempo y habiendo jugado increíbles títulos de este género como Street Fighter, Mortal Kombat, Tekken y Killer Instinct, jamás antes tuve la oportunidad de poder experimentar uno que sea realmente malo. Sin embargo, hace poco jugué uno que es terrible no sólo porque está desbalanceado o porque tiene movimientos cheap, sino porque es tan desastroso que realmente no sé si podría llamarlo un juego de peleas. Este horrendo título se llama Shaq-Fu; fue desarrollado por Delphine Software International y es considerado uno de los peores videojuegos de todos los tiempos.

Antes que nada cabe mencionar que el personaje principal de este juego es Shaquille O’Neal, un ex-jugador profesional de básquet conocido como “Shaq”. En consecuencia surgió la idea – un poco peculiar – de que el personaje principal de este juego de peleas sea este basquetbolista y se le añada el término “Fu” al final. Al tener esta idea del juego, ya algo extraña, pues, pensarás: ¿Cómo un basquetbolista americano puede ser el personaje principal de un juego de peleas? A continuación explico la historia del juego y espero que te haga entender.

La historia nos muestra a Shaq caminando por Tokio antes de asistir a un partido de caridad de básquet (Qué originales fueron para que el juego transcurra en una ciudad asiática al ser un juego de peleas). De pronto, Shaq encuentra un pequeño dojo donde un viejo maestro de artes marciales lo reconoce y lo envía al “Segundo Mundo” (sí, así llamaron al mundo de los malos) a través de un portal tras una puerta para rescatar a un pequeño niño llamado Nezu de la malvada momia Sett Ra.

Sin exagerar, esta historia es la más extraña que he escuchado en un videojuego, sobre todo cuando hablamos de los personajes a los que te enfrentarás: Una momia que dispara rayos y que parece una versión pirata de Mumm-Ra, una mujer gato que parece una chica con un cosplay barato, un monstruo que luce como el narrador de Cuentos de la Cripta, un tipo parecido al Príncipe de Persia pero bambeado, la típica hechicera extranjera de los dibujos animados pero que invoca animales y un monstruo rojo que realmente ni él sabe lo que es.

La misión es vencer a todos estos payasos, lo cual será una tarea difícil ya que no entenderás absolutamente nada de las mecánicas del juego. Cabe mencionar que este juego salió en el 94, cuando ya existía Street Fighter 2, Mortal Kombat 2 y más juegos en los arcades, por lo que la receta de los juegos de pelea ya estaba avanzada y uno esperaba que cualquier juego esté al nivel de estos; pero en este caso no fue así.

Parece que estos programadores – si es que se les puede llamar así – intentaron crear este juego basándose en Mortal Kombat y Street Fighter ya que los movimientos normales parecen una mezcla de ambos títulos: Patada rápida, patada de poder, puño rápido, puño de poder, move boost y taunt. Los personajes harán movimientos como el low kick o correr como en Mortal Kombat, el movimiento de Hadoken en donde Shaq hará una patada de fuego, un campo de fuerza que te cubrirá de proyectiles (creo que es la primera idea original) y una estrella ninja que lanzará Shaq si presionas adelante, atrás, adelante + puño (similar a Mortal Kombat), entre pocos otros.

Lo malo es que los movimientos no salen cuando los ejecutas. Tendrás suerte dándole al enemigo ya que tus ataques son tan lentos que se puede decir que se ejecutan cuando quieren. Los saltos son desastrosos; no podrás calcular dónde caerá tu personaje. Los puños básicos o patadas con la justa le darán al enemigo ya que la máquina es difícil y realmente me costó avanzar en la historia; no tuve otra que sólo utilizar patada porque era lo único que le daba a los enemigos. En este sentido, el juego es injugable y no es un juego de peleas real sino un experimento del género (para ser generoso).

Aparte de la historia, también cuenta con un modo duelo donde podrás seleccionar a todos los personajes (cada uno con sus retardados movimientos) y enfrentar a un amigo. Sin embargo, es inservible porque nadie va a querer jugar esta catástrofe contigo. También posee un modo torneo de 2 a 8 jugadores que sólo te hará pensar qué cínicos fueron los programadores para pensar que esto algún día sería jugado de 8.

Finalmente, no tengo nada más que decir de este horrendo título aparte de que es una burla a todos los legendarios juegos de pelea del SNES y del Génesis y de que no entiendo cómo Shaquille O’Neal dejó que se trate de armar una tercera guerra mundial en los 90s. Mi recomendación es, si tienen una copia de este juego, que lo pasen por el retrete. Incluso existe una página web llamada www.shaqfu.com; su misión es destruir todos los cartuchos del juego y con gusto comprarían el tuyo para eliminarlo del mapa.

Se encuentra en desarrollo una secuela llamada Shaq-Fu: A Legend Reborn que promete ser un buen sucesor gracias a una recaudación de fondos por Indiegogo (Similar a Kickstarter) y a algunos loquillos que donaron. Realmente espero que esta secuela no sea el mismo error que se causó en los 90s.

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