Just Cause es sin lugar a dudas es una de las obras más queridas de Avalanche Studios, desarrolladores de juegos como Mad Max y RAGE 2, y con esta cuarta entrega han querido llevar al límite todo lo aprendido en las pasadas entregas, en especial del tercer juego que fue el que devolvió la gloria a la serie.
En Just Cause 4 una vez más controlaremos al irreverente Rico Rodríguez quien deberá hacer uso de sus más alocadas habilidades para detener a la organización Black Hand, la cual es controlada por el temible Oscar Espinosa y Gabriela Morales, la segunda al mando, quienes utilizan el clima como su mejor arma para crear el caos entre los habitantes.
Como sucedió en su tercera entrega, Rodríguez deberá librar toda una revolución en el país ficticio de Solís, lugar que tiene cierto parecido a Perú y también está ubicado en Sudamérica.
La premisa principal del juego es darnos la libertad de poder hacer lo que queramos y esto es debido a que Avalanche Studios ha potenciado enormemente esta cuarta entrega gracias a la actualización de su motor gráfico Apex, el cual les ha permitido poder experimentar y crear todo tipo de situaciones alocadas.
Como siempre, nuestro protagonista podrá hacer uso de un arsenal entero de armas de todo tipo entre las que encontramos rifles de asalto, bazucas e incluso una pistola experimental de rayos que tomará segundos en asesinar a cualquier objetivo que se cruce en tu camino.
Pero, como es de esperar, no puede faltar la vieja confiable de Rodríguez. Hablamos por supuesto de su gancho con el cual no solamente podrás hacer todo tipo de piruetas sinsentido, sino que además te permitirá trasladarte hasta los lugares más altos o realizar diferentes movimientos mientras te encuentras en pleno combate.
Por otro lado, también tendremos nuestro paracaídas el cual nos servirá en muchas ocasiones para poder salvarnos de una desplome mortal cuando derribemos o tengamos que salir de un vehículo aéreo. Además, mientras estemos utilizando dicha herramienta podremos hacer uso de nuestra arma para ir derribando otros objetivos que nos estén disparando desde el suelo.
Precisamente, ahora que he mencionado los vehículos, hay una buena variedad de medios de transporte como aviones de combate, tanques y autos tradicionales, entre otras cosas. El detalle con los automóviles es que, al igual que ocurrió con Mad Max, se sienten pesados de manejar y nada amigables.
Hablemos ahora del mundo del juego. Solís es un país enorme y lleno de diferentes actividades por realizar como liberar lugares que han sido ocupados por la Black Hand así como llevar a cabo una buena cantidad de ataques a diferentes regiones (30 aproximadamente). lo que te ayudará a desbloquear rebeldes de Solís quienes no dudarán en ayudarte a recuperar su país yendo a conquistar y ocupar diferentes bases enemigas.
En ese sentido, conforme vamos avanzando la historia generaremos los llamados “Chaos Points” un sistema de progreso dentro del juego que consistirá en que Rico cree todo el caos posible para así ser admirado por muchos y que las personas se unan a su revolución.
Lo bueno de Solís es que no hay pierde en hacer las diferentes misiones tanto de historia como las secundarias dado que cada uno de estos objetivos está cargado de mucha acción e incluso hay momentos para algunos chistes de por medio, lo que a las finales ayuda bastante a que el juego se sienta mucho más amigable.
Sobre los enemigos, es bastante extraño encontrar que la gran mayoría de los soldados pertenecientes a la Black Hand son mujeres, personajes que no dudarán ni un segundo en abrir fuego contra ti y decirte todo tipo de insultos.
En cuestión a la IA de estos soldados, si bien en ocasiones pecan de torpes, una vez que se juntan entre varios la amenaza puede volverse mucho más letal.
Además, no podemos obviar a los tornados, un fenómeno natural que tantas veces fue publicitado durante la campaña promocional del juego y que realmente ha cumplido todas las expectativas. Es realmente increíble ver como esta masa de aire, una vez que está en contacto con la superficie, arrasa con todo a su alrededor, dándote un vistazo de cerca de todo lo que arrastra consigo desde vehículos, edificios y hasta la propia vegetación que no se salvan para nada.
Sin embargo, no es el único huracán en el juego dado que también encontraremos otros como “tormentas de arena”, “tormentas de trueno” y “tormentas de nieve”.
Lamentablemente, todo el desempeño de las físicas dentro del juego también tiene un costo y esto va relacionado a la parte gráfica del título. Este sufre de diversos problemas técnicos que son fáciles de notar como los rostros de algunos personajes que se sienten acartonados, así como cierto downgrade en las texturas de ciertos elementos como el agua o la vegetación.
En el transcurso de escribir este análisis me enteré que hubo un nuevo parche que arregló algunos problemas técnicos del juego, pero aún así no se pudo encontrar una solución que arregle por completo el enorme bajón de gráficos.
De hecho, en relación al agua pudimos comprobar que en Just Cause 3 se veía mucho mejor frente a esta cuarta entrega, esto comparación siendo hecha en caso de las versiones de PS4.
Los efectos de sonido son increibles. Es muy gratificante escuchar con bastante fidelidad los disparos de nuestras armas cada vez que tengamos un enfrentamiento con la Black Hand, así como sentir todas las explosiones que pueden ocurrir a nuestro alrededor.
En relación al OST, este llega a ser cumplidor en términos de acompañarnos en las partes de acción, aunque lamentablemente no hay una pieza musical que destaque del todo en el soundtrack.
Asimismo, el juego cuenta con doblaje latinoamericano al igual que su tercera parte, destacando bastante las voces de los villanos principales así como del propio Rico Rodríguez.
Just Cause 4 es un sandbox ambicioso que nos permite hacer todo tipo de cosas inimaginables y, a pesar de sus problemas técnicos, el juego llega a ser muy divertido por toda su acción excéntrica y el estilo único y carismático de sus personajes.
