Atomic Heart se está convirtiendo en uno de los juegos más comentados de esta semana. A pesar de ciertos errores por la falta de experiencia del estudio, este título se las arregló para cautivar a una buena porción de jugadores. Sin embargo esto no podía suceder sin su cuota de polémica, algo de lo que hemos hablado en un video que publicamos hace unos días.
Pues ahora resulta que el juego está bajo la lupa del gobierno de Ucrania. Más específicamente del ministro de Transformación Digital de ese país: Alex Bornyakov. Como parte de sus declaraciones, recogidas por el medio Game World Observer, el político manifestó lo siguiente:
«También hacemos un llamado para limitar la distribución de este juego (Atomic Heart) en otros países debido a su toxicidad, la potencial recolección de datos de sus usuarios y la posibilidad de transferirlos a terceras personas en Rusia, así como también el potencial uso del dinero de las compras del juego para seguir librando la guerra contra Ucrania.»
Lo que antes había iniciado como un pedido para su país, el ministro ahora quiere que se replique en otras naciones. Incluso busca que Microsoft, Sony y Valve retiren a Atomic Heart de sus tiendas digitales.
Lo curioso es que su pedido se basa en los «lazos» entre el estudio Mundfish y el gobierno ruso. Sin embargo, nada de eso está demostrado y no hay pruebas categóricas de ello. Además, el estudio posee entre sus colaboradores a personas de Ucrania. Si hubiera tanta repulsión o mala sangre hacia los habitantes de ese país, no contarían con su ayuda.
Es más, si el estudio Mundfish fuese tan «pro-Rusia» no le hubiese permitido al compositor de Atomic Heart (Mick Gordon) donar su salario a la Cruz Roja de Australia, que tiene un fondo destinado al apoyo para Ucrania. Honestamente no vemos cómo es que el pedido del ministro pueda tener efecto más allá de los límites de su país.