Cuando Assassin’s Creed Unity fue anunciado, muchas personas no prestaron atención que junto a esta polémica entrega llegó el anuncio de un spin-off llamado Assassin’s Creed Chronicles: China. Es así que Ubisoft, en un nuevo intento de que la franquicia siga siendo interés de su público, decidió lanzar la llamada Assassin’s Creed Chronicles, siendo esta aventura en el país oriental la primera entrega de una trilogía.
Este título, ambientado en el siglo XVI, nos coloca en la piel de Shao Jun, conocida por los fans tras su aparición en el cinta animada Assassin’s Creed: Embers donde buscaba al legendario Ezio Auditore para recibir el entrenamiento de este legendario asesino con el propósito de poder salvar a su pueblo y guiar mejor a su Orden.
Pues bien, esta historia nos sitúa mucho tiempo después del encuentro con Ezio ya que nuestra protagonista regresa a su tierra natal para liberarla de la opresión de los templarios.
El planteamiento de este título, como bien ya pudo observar, es en estilo 2.5D, lo que quiere decir que podemos movernos de manera vertical y horizontal al igual que interactuar con los fondos del mapa, cambiando totalmente el planteamiento de las anteriores entregas de Assassin’s Creed donde los escenarios abiertos era uno de los atractivos principales del juego.
Sin embargo, no confundas mis palabras. A esta entrega le sienta muy bien el 2D y medio, en especial por el diseño artístico que poseen los escenarios cuando los observas de lejos; aunque si somos exquisitos y queremos ver de cerca los detalles de esta entrega pronto nos daremos cuenta que hay ciertos elementos con bajas texturas.
Pese a esto, ciertas características de la franquicia están presentes como poder esconderte en medio de la gente para pasar desapercibida cuando los enemigos merodeen cerca, la vista de águila que permite sincronizar con el mapa para la aparición de puntos importantes en el ambiente y la inclusión de objetivos secundarios como rescatar rehenes que nos servirán para acumular puntos y así desbloquear habilidades.
Asimismo, la protagonista contará con artilugios como un gancho que nos será de utilidad para alcanzar zonas lejanas así como para asesinar sigilosamente a un enemigo. También tendrá a su disposición pequeños cohetes explosivos que sirven para aturdir a los enemigos y asesinarlos de un golpe letal, unas cuchillas cuya principal utilidad será la de apoyarnos en la resolución de pequeños puzles, dardos sonoros – que me recuerdan mucho a los de Splinter Cell – los cuales crearán una distracción para los enemigos cercanos y finalmente Shao Jun podrá silbar para atraer la atención de estos últimos.
Por otro lado, también tendremos la alternativa de poder completar las misiones sin cometer ningún asesinato y pasar desapercibidos, algo sencillo debido a las inconsistencias en la IA de los enemigos, uno de los puntos en los que varias veces falla la franquicia.
Una asesina tan carismática como Altair
Uno de los problemas que tiene Shao Jun es que sus motivaciones pasan por alto para los seguidores de la franquicia así como los que recién quieren animarse a probar algo de la serie.
Sus razones no dejan de ser cosas tan básicas como venganza, el credo de los asesinos y convertirse en una libertadora, lo que, siendo sinceros, no profundiza tanto como muchos pudieron haber esperado. Aunque debemos admitir que tanto ella como los otros personajes que encontraremos a lo largo del juego gozan de unas muy buenas actuaciones de voz.
Uno de los puntos más perjudiciales para este título es su inteligencia artificial que, acompañado de los patrones lineales que están establecidos para cada soldado que hay en el escenario, no nos presenta ningún reto. No nos costará ningún esfuerzo el completar nuestra misión. Esto se verá reflejado cuando pasemos prácticamente delante de dos enemigos y ellos sigan conversando.
Assassin’s Creed Chronicles: China no es un juego perfecto, pero tampoco ha sido un desastre. Tiene detalles visuales que lo hacen atractivo, aunque esto se pierda por completo cuando vemos que la narrativa no ofrece detalles interesantes. Esperemos que con las otras dos entregas (India y Rusia) estos errores se corrijan.
