La llegada de la Switch 2 está generando expectativas, pero también cierta controversia, especialmente por el precio que tendrán algunos títulos icónicos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Según varios análisis, incluyendo uno destacado en Forbes, jugar este clásico en la nueva consola no será nada barato: te costará US$90 si quieres disfrutar del juego completo con su contenido descargable (DLC).
Nintendo es bien conocida por no aplicar descuentos a sus juegos, sin importar cuántos años pasen desde su lanzamiento. Esta política se mantiene firme en la Switch 2, donde no hay opción económica para jugar uno de los títulos más emblemáticos de la marca.
¿Zelda: BOTW no estaba US$70 en Switch 2?
Si piensas comprar Breath of the Wild directamente para la Switch 2, tendrás que desembolsar $70 por el juego base y otros US$20 por el DLC, llegando así a los mencionados US$90. ¿Ya tienes el juego en la Switch original? Lamentablemente, la opción de “mejorar” tu versión tampoco es más amigable: tendrás que pagar US$60 por el juego base en la versión anterior, US$10 adicionales para acceder a la edición mejorada compatible con Switch 2, y nuevamente US$20 por el DLC. ¿El total? Sí, otra vez US$90.

Esta estrategia ha generado molestia entre muchos fans, especialmente considerando que el precio estimado de la consola Switch 2 rondará los US$450. Y eso sin contar posibles aumentos de precio en regiones como Estados Unidos debido a aranceles o cambios económicos.
Aunque es casi seguro que la consola se venderá muy bien —la marca Nintendo tiene una base de fans muy leal—, las decisiones como esta están provocando descontento. En un contexto económico difícil, con precios al alza en todos los sectores, muchos jugadores sienten que Nintendo está aprovechándose del entusiasmo de su comunidad.
El caso de Breath of the Wild en la Switch 2 podría ser solo el comienzo de una tendencia hacia juegos más caros. Con títulos clásicos manteniendo precios elevados incluso años después de su lanzamiento, el futuro del gaming en la próxima generación de consolas parece venir acompañado de un aumento generalizado en los costos.