Se trata de un RPG de acción basado en el anime del mismo nombre que nos introduce en un mundo de lo que sería un MMORPG de realidad virtual o VRMMORPG, como lo describen en el juego. La historia nos lleva dentro del mundo de Sword Art Online, en un spin-off que implementa elementos de la segunda temporada de la serie – pero en desorden – con detalles propios de la historia del título.
Estamos en ALfheim Online, VRMMORPG sucesor espiritual de Sword Art Online. Nuestro personaje principal, Kirito, se encuentra con sus amigos para organizar un equipo destinado a completar la misión principal de la nueva expansión: Svart ALfheim. Es en este nuevo mundo donde se encuentran con un nuevo gremio llamado Shamrock que está decidido a completar el juego primero. Para esto, Seven, líder del gremio que además es una popular cantante en el mundo virtual y una reconocida científica en el mundo real, ha juntado una gran cantidad de usuarios veteranos de alto nivel para ayudarle en su propósito.
Tus personajes empezarán en nivel 100, pero no te confíes, pues 100 es el nivel básico en este juego y es similar a estar en nivel 1.
La historia se desarrolla mediante diálogos al estilo de una novela visual con pequeños toques de comedia y, en ocasiones, con un alto contenido de fan service (como el hecho de que todos los personajes femeninos tengan la opción de utilizar un traje de baño o toalla como vestimenta). Tenemos un máximo de 3 personajes en nuestro equipo y siempre nos moveremos en 3 tipos de espacios: zonas de ciudad, de campo y de dungeon. Algo que noté al principio es que en las zonas de ciudad nos encontraremos con un gran número de personajes que serán básicamente iguales en apariencia. Sólo existen 2 o 3 variaciones por raza dentro del juego. Si bien no me molestó del todo, me parece que le resta mucho a creer que se trata de un juego en línea.
Esto también se ve en los enemigos y dungeons a lo largo del juego. Al pasar a una nueva área (de mayor dificultad), los enemigos suelen ser iguales. Lo único que varía es el color de los mismos; es decir, el primer enemigo que encontremos en el juego lo volveremos a ver en el capítulo final sólo que con un color distinto. Los jefes tampoco se salvan; en un punto me harté de haber luchado contra el mismo dragón una y otra vez. En cuanto a los dungeons, sólo existen 2 estilos visuales en todo el juego; dicho de otro modo, veremos las mismas texturas y diseños siempre. Esto en verdad no es tan grave, pues la disposición de los mapas en ellos es siempre distinta.
El modo de batalla es probablemente lo que más me gustó. Existen dos formas de afrontar un combate: mediante armas y mediante habilidades. Cambiar entre estos dos modos es bastante rápido (basta con presionar ligeramente R1) y una vez que te acostumbras realmente resulta en batallas muy dinámicas y emocionantes. Cada personaje tendrá la posibilidad de utilizar las armas que su raza le permita – entre 3 y 4 opciones – y aprenderá un gran número de habilidades que podremos manejar a nuestro gusto.
Uno de los atractivos del juego es poder volar en las zonas de campo y, como era de esperarse, existe la posibilidad de luchar durante el vuelo. Esto está muy bien realizado y con algo de práctica será una herramienta sumamente útil para los jugadores. Por otro lado, algo que puede llegar a ser tedioso en ocasiones es el lock-on, pues no es para nada preciso y frente a un gran número de enemigos se convierte en una herramienta que, en vez de ayudar, terminará desviando la cámara de lo que podría ser un devastador ataque enemigo.
La dificultad es regular; si bien algunos de los jefes tienen ataques con un daño muy alto, siempre existe una manera de afrontar hasta las batallas más difíciles.
Los gráficos y la música fueron aspectos que disfruté. Si bien no son gráficos de altísima calidad, funcionan muy bien para un estilo similar a lo que es un anime. La música no es uno de los aspectos más variados del título, pues luego de una larga sesión de juego puede parecer repetitiva. Pero es esto justamente lo que me gustó, pues, además de estar muy bien lograda, realmente te da la impresión de que estás jugando un MMORPG.
Por otro lado, más adelante, desbloquearemos el modo en línea del título. Ahí podremos jugar con un máximo de 4 jugadores por equipo. Estos podrán ser usuarios desconocidos que encuentres en el lobby o jugadores de tu lista de amigos. Esto sin duda le agrega mucho al título, pues luego de terminar la misión principal existe una gran cantidad de misiones post-game.
Algo que me tenía entusiasmado era poder crear mi propio personaje y utilizarlo en este modo; sin embargo, cuando fui al creador de personajes me di cuenta que era excesivamente limitado. De las 9 razas disponibles, todas ya vienen con una determinada apariencia y sexo. Como era de esperarse, al entrar al modo online notarás que verás muchos personajes iguales.
En definitiva, hay muchos aspectos del juego que pudieron haber sido mejor realizados; sin embargo, fue un título muy entretenido y que si bien no cumplió todas mis expectativas como gamer, considero que como fanático del anime es bastante cercano a lo que esperaba. Sin duda es algo que los fanáticos de completar una gran cantidad de misiones y los seguidores de la serie podrán disfrutar.